EL ESCRITOR COMPULSIVO

EL ESCRITOR COMPULSIVO
El gran Gustavo Adolfo Bécquer

EL ESCRITOR COMPULSIVO

El escritor compulsivo soy yo, Alberto Bellido y este es un blog dedicado a mi mayor afición, a mi mayor pasión: El cine, el séptimo arte.

En el blog los visitantes podrán leer y comentar diversos artículos así como guiones de todos los géneros redactados por mí y sus memorias de realización, es decir, las diferentes intenciones que me guiaron en el momento de crear cada historia.

Espero que todos disfrutéis con mi blog.

Un afectuoso saludo.

lunes, 31 de octubre de 2011

SITUACIÓN A VEINTE DÍAS DEL VEINTE DE NOVIEMBRE

Hola.

Ayer cuando leí "El Mundo", (periódico que suelo leer cada domingo), y vi las encuestas/sondeos lo que me extraño es que el PSOE, con todo lo que han hecho sus mediocres dirigentes es que no haya bajado de los cien escaños porque la verdad es que los pobres no dan una derechas, (nunca mejor dicho).

Estoy escuchando que el todavía Presidente del Gobierno se siente responsable por los cinco millones de parados que ha generado con su desastrosa gestión de la crisis económica. ¡Se siente responsable! Este pobre hombre, (que me da hasta lástima), en cualquier otro País sería juzgado y encarcelado por lo que ha hecho. El Señor Rubalcaba, (que lejos queda ya lo de Alfredo), igualmente en otro País serio llevaría años encarcelado por colaboración con banda armada, (Caso "Faisán", lo del chivatazo a ETA es aún más vergonzoso que lo de los GAL, que al menos se cargaron a unos cuantos de esos asesinos-hijos de perra, disculpas por el lenguaje si alguien se siente ofendido). De José Blanco, Pepiño, cada vez se descubren cosas nuevas y más escandalosas relacionadas con el escándalo de corrupción en el que está involucrado, (¡Dios mío, cómo puede este personaje haber llegado a ser Ministro!, si según su vara de medir si perteneciera al PP estaría ya cesado). De José Bono tenemos lo de la hípica y sus propiedades no explicadas. De Manuel Chaves aún está por dilucidar lo de los ERES, por lo que una vez más, otro dirigente socialista debería estar en la cárcel. Vamos, que esto recuerda mucho a los últimos años del Gobierno de Felipe González cuando cada día saltaba un escándalo de corrupción a los periódicos. Y, bueno, lo que es con diferencia lo más vergonzoso y al que tenían que meter en la cárcel con cadena perpetua porque, (lo siento otra vez por el lenguaje), lo que es una puta vergüenza es lo del ex Alcalde socialista de León, que yo no sé como no se le cae la cara al subsuelo con la pensión millonaria que va a cobrar, mejor no mentar la cifra porque es un sacrilegio y por decencia, debería renunciar a la mayor parte de ella y repartirla entre los millones, (si estos también los hay en este País), de pobres que nos dejan estos sinvergüenzas en España.

Ahora que lo más increíble es lo del vídeo electoral del PSOE. No se puede ser más vulgar, más casposo, más machista, más soez, más humillante para el muy digno trabajo de Empleadas del Hogar, y más equivocado. Estos mediocres dirigentes socialistas tienen la cara más dura del granito. ¡Cómo pueden defender lo indefendible! ¡Cómo pueden defender la Enseñanza Pública y atacar a la Privada cuando todos ellos han ido a Colegios Privados y Concertados! ¡Todos, absolutamente, todos! ¡Zapatero, Rubalcaba, Chacón,etc! ¡Increíble! ¡Y pretende resucitar la trasnochada y denostada lucha de clases! ¡Vamos, que parece que estos Señores todavía viven en el Siglo XIX, en los inicios de la Revolución Industrial! Pero, ¡En qué País viven! Bueno, en este País, no, están como Zapatero, deseando ser un observador de nubes. ¡Pues sí porque vaya empanada gallega que tienen! Y luego lo que me ha hecho reír a mandíbula batiente es que el vídeo les va a quitar votos y lo rematadamente mal que se lo han montado. ¡Si el Instituto es uno Público en el que Esperanza Aguirre aplicó el tan criticado por los socialistas Bachillerato de la Excelencia! ¡Qué mal, Socialistas, qué mal!

Y es que todo mal, en todas las áreas. En Economía, mal. En Política Exterior, mal. En Justicia,mal. En Defensa, mal. En Cultura, mal. Vamos, es que no hay un solo área en el que hayan aprobado su gestión.Hace tiempo escuché que, si acaso, el Gobierno, las dos únicas cosas que han hecho bien este año han sido reducir el número de accidentes de tráfico y aprobar la Ley de la TDT, (Televisión Digital Terrestre), y ya ni eso porque han intentado cerrar Cadenas de Televisión que no les aplaudían todas sus gracias.

Y bueno, este fin de semana he escuchado por la radio a las víctimas manifestadas el sábado en Madrid y la verdad es que se me hacía un nudo en la garganta y estuve a punto de llorar por como una madre contaba cómo habían asesinado a su hija de seis años esos cabrones asesinos. ¡Y luego uno se entera por una entrevista de Teo Uriarte, (antiguo dirigente de ETA y luego reciclado en el Partido Euskadiko Ezkerra), que en el 2013 pretenden que Arnaldo Otegui sea elevado a la de categoría de Lehendakari. Pues mira, que con su pan se lo coma. Ya lo dije, tanta guerra se lleven como paz dejan. Ya lo he dicho, que los vascos que se sientan españoles no tengan ningún apuro en irse a vivir a otras zonas de España, que sin duda serán bien recibidos. A ver si les dan de una vez la independencia y nos dejan en paz. Y lo mismo los catalanes. Dicen que Jaime Roures, de La Sexta, quiere que se convoque un Referéndum para, pues que se lo concedan de una vez. Yo quiero la independencia suya, que dejen de sangrar a los que nos consideramos españoles.

Finalizo con lo de Grecia, (que la cosa va de Referéndums), que resulta que el Presidente de este País, cuna de la Democracia, dice que va someter a consulta popular que cumplan con sus obligaciones. Pues si pierde, que se salgan de una vez de la Unión Europea. Grecia es la cuna de la Democracia y de la Civilización Occidental, como ya he dijo, pero lo que no puede ser es porque a esa gente no le de la gana cumplir, (cuando todos los demás Países están haciendo lo que pueden), es que nos tengamos que jorobar por ellos.

Bueno, hasta otra y un saludo.

domingo, 30 de octubre de 2011

RELATO AUMENTADO DE "LA CALABAZA ANDANTE"

Aquella tarde la había pasado en el cementerio con sus progenitores limpiando los nichos para que a la mañana siguiente, día de todos los santos, todo estuviese en orden. Alberto, a pesar de contar con ocho años y de ser un miedica, quería deshacerse de ese tópico que le acompañaba siempre. Después de haber pasado toda la tarde en el campo santo, se sentía alterado y en cualquier sombra encontraba la señal inequívoca del miedo. Aprovechando que sus padres estaban tomando el fresco con los vecinos pues, extrañamente para esas fechas, la noche era apacible y falta de frío. En lugar de ir a su habitación prefiere la de sus padres por ser más luminosa. En la tele pasan una historia de dibujos animados y por un momento logra apartar de su mente el recelo. Escucha como dan las doce campanadas en el reloj de la iglesia y se sobresalta. La puerta de la habitación chirría y se mueve casi imperceptiblemente. La puerta sigue abriéndose hasta que Alberto puede contemplar con nitidez la oscuridad del pasillo. Empieza a temblar de forma compulsiva, como si estuviera sufriendo un ataque epiléptico. Un sudor frío se ha apoderado de él. Aterrorizado hasta la médula, se pone a gritar: “¡Mamá, papá! ¿Sois vosotros? ¿Hay alguien ahí?”. Nadie responde. Alberto enciende la lámpara de la mesilla de noche, se levanta, coge un abre cartas del escritorio y se calza las zapatillas, aventurándose por el pasillo. Casi le da un vuelco el corazón al ver que la puerta principal esta abierta y alguien, con una calabaza en la cabeza le observa. El intruso ríe y luego desaparece. Alberto se arma de valor. Piensa que es un chico que con la complicidad de sus padres, estaba gastándole una broma. Corre para perseguir al intruso, pero cuando sale al pórtico, no hay ni rastro del bromista. Una risotada surge proveniente de la panera y Alberto reemprende la caza de la calabaza. En sus pensamientos claramente se refleja que esta es la oportunidad para deshacerse del apelativo de miedica. Sin embargo, cuando enciende la luz de aquella dependencia de la casa, un silencio sepulcral se apodera de la noche. Transcurren unos tensos instantes que se le hacen eternos. De nuevo las risas rompen la quietud nocturna. El intruso se ha ocultado en el garaje. Alberto corre decidido hasta allí y descubre que la puerta también esta abierta. Alza la mirada hacia el horizonte y gracias a la luz de la luna llena, vislumbra a la calabaza corriendo por el sendero que parte en dos la tierra anexa a la casa. Reanuda la persecución. Llega hasta el pozo que suministraba el riego a un huerto y avanza hasta un nogal cercano. En ese instante, un coro de risas lo asusta. Alberto sujeta con fuerza el abrecartas y gira varias veces sobre sí mismo a la vez que grita – dejadme en paz, largaos. Se siente rodeado por unas presencias amenazadoras y cuando más aturdido esta, varias calabazas surgen de la oscuridad abalanzándose sobre él. Le sujetan con fuerza tirándolo al suelo. Inmóvil ve como se acerca la calabaza que persiguió. Se para ante él y con demasiada lentitud se va quitando la calabaza de la parte alta del cuerpo. Al fin podrá saber quien es el que intenta asustarle. En los ojos de Alberto nace la desesperación al contemplar que debajo de la clavaza va apareciendo otra igual, pero más pequeña con la salvedad de que en su boca hay unos afilados dientes. Nota la saliva de esa boca que golpea su pecho quemándole la ropa y dejando su carne al aire. Siente como los dientes penetran en su carne. Sus gritos poco a poco se van convirtiendo en susurros. Sobre la ensangrentada tierra, quedan los restos del festín de Halloween. 

MICRORRELATO DE "LA PARCELA DE PAJA Y LA CALABAZA SONRIENTE"

Aquella noche de Halloween, Luis y Mario, adolescentes de un pueblo de la Castilla profunda, quedaron en la Plaza de su pueblo. Luis había tomado prestada de la bodega de su padre una botella de ron añejo, mientras que Mario salía de su casa con una botella de coca cola de dos litros en una bolsa de supermercado.
Luis se dirigió al punto de encuentro con una improvisada mochila que también contenía un par de vasos de plástico de litro. Pasadas las doce, aquel se convertía en un pueblo fantasma, pues ni siquiera el bar al lado de la Iglesia estaba ya abierto. Las figuras de Luis y Mario se desplazaron tintineantes hasta juntarse bajo los árboles del templo.
Consumidos por la ansiedad y esperando que el alcohol caldeará sus estómagos, ambos salieron pronto de los estrechos márgenes que delimitaban las calles del pequeño pueblo, hasta llegar a un maizal, situado por la carretera del cementerio, donde se habían contado mutuamente, durante las últimas noches, historias de miedo, impulsados en gran medida por el fervor etílico.
Sin embargo, no estuvieron mucho tiempo solos, ocultos por la imponente sombra de los maíces. Una furgoneta paso delante de ellos iluminando la carretera, asustándoles por su imprevisible presencia. Sin duda, se trataba del agricultor propietario del maizal, que había ido a comprobar el estado de la tierra y paro su vehículo cerca de donde estaban Luis y Mario. Alarmados, se pusieron a correr hasta penetrar en la tierra contigua, una parcela con la paja recién cultivada y agrupada en alpacas. No se sintieron seguros hasta que se ocultaron tras una de las alpacas.
Nerviosos, se precipitaron en sacar los vasos de plástico de la mochila, haciendo enseguida la mezcla de ron con coca cola. Comenzaron a beber, alternándose en la ingestión. Pero, de repente, una risa les heló el corazón. “¡Quién es! ¡Quién está ahí! ¡Maldita sea! ¡Esto no tiene ninguna gracia!”, exclamó Mario, al tiempo que Luis temblaba, derramando el litro por la tierra. Entonces, vislumbraron la figura de una persona con una calabaza en la cabeza moviéndose a velocidad endiablada de una alpaca a otra. Las risas se hicieron más fuertes, propagándose en la noche y resonando como un eco diabólico. Luis, asustado, se meo en los pantalones.
Y, sin dar respiro, el ser de la calabaza emergió de la oscuridad empuñando una horca y ensartándola en el aterrorizado Luis, que cayó a tierra sin vida. Mario, espantado, corrió como si llevara el demonio en su interior. Cuando estaba a punto de salir de la tierra y dirigirse por la carretera del cementerio hasta el pueblo, miro hacia atrás, observando aliviado que el ser de la calabaza no le seguía. Pero al volverse, su cuerpo fue atravesado por una horca.
El misterioso homicida se quito la calabaza de su cabeza, relevándose, a la luz de la luna llena, con una sonrisa despiadada y cruel, como el agricultor propietario del maizal. 

martes, 25 de octubre de 2011

GUIÓN LITERARIO REVISADO DE "EL MALETÍN"

GUIÓN LITERARIO: “EL MALETÍN”.
ESCENA 1. CAFETERÍA. CIUDAD. EXTERIOR. DÍA.
Fundido en Negro de Apertura.
Texto sobre Negro: “El maletín”.
La acción se sitúa en la cafetería de una ciudad mediana de los Estados Unidos. En la misma calle, concretamente a la izquierda del establecimiento y haciendo esquina con otra calle, hay una comisaría de policía.
Corte.
ESCENA 2. CAFETERÍA. CIUDAD. INTERIOR. DÍA.
Entre una hilera de mesas con sillones abatibles unos contra otros, se distinguen DOS HOMBRES sentados justo en la mitad de la mencionada hilera. El PRIMER HOMBRE, que es el que comienza a hablar, coloca un maletín encima de la mesa, mientras que el SEGUNDO HOMBRE lo escucha con gran atención.
PRIMER HOMBRE/JAMES
Bien, Señor Morris. Soy James, uno de los hombres de confianza del Señor McDonald. Él no ha podido venir debido a sus negocios, pero me ha encargado felicitarle por la vigilancia a su mujer.
SAM MORRIS
(Intrigado)
     ¿Qué han hecho con ella?
JAMES
(Incómodo)
Eso a usted no le importa, Señor Morris. Además, ahora voy a enseñarle algo que hará que se olvide de la Señora McDonald.
JAMES abre con disimulo los cierres del maletín y mira hacia la barra del Establecimiento. Los escasos CLIENTES que hay en la cafetería están de espaldas, bebiendo sus respectivas consumiciones, y el CAMARERO también está ocupado, preparando una infusión. No obstante, hay otro HOMBRE, al que JAMES y SAM MORRIS no ven, que está sentado en la mesa contigua a la suya, curiosamente, con un maletín idéntico al que porta JAMES, y escuchando con suma atención la conversación. Más confiado, JAMES levanta la tapa del maletín, permitiendo que SAM MORRIS pueda ver su contenido. El HOMBRE de la otra mesa, tan intrigado como SAM MORRIS, desliza con cuidado su cara por el lateral del sofá en el que se encuentra sentado. Entonces, tanto SAM MORRIS como el HOMBRE se quedan asombrados al contemplar que el maletín está repleto de dólares, de un millón de dólares, para ser precisos. El HOMBRE de la otra mesa, temeroso de que le puedan pillar espiando, aparta su cara de la esquina del sofá. Por su parte, JAMES se despide de SAM MORRIS, levantándose de la mesa y dirigiéndose hacia la salida del local.
JAMES
Bien, Señor Morris, disfrute de su recompensa con la familia. Buenos días.
SAM MORRIS
     Buenos días, Señor James.
En el rostro de SAM MORRIS se dibuja una amplia y prominente sonrisa. En efecto, JAMES tiene razón. Se ha olvidado completamente del destino que haya podido correr la SEÑORA McDONALD. Piensa que ahora podrá ir con su mujer y sus hijos a Disneylandia, tal y como les había prometido tantas veces. SAM MORRIS termina de beber su café y se dirige hacia los servicios con celeridad. El HOMBRE de la mesa contigua también se levanta y, de forma pausada, también se dirige hacia los Servicios del Establecimiento.
Corte.
ESCENA 3. SERVICIOS. CAFETERÍA. INTERIOR. DÍA.
Cuando el HOMBRE con pintas de vividor y aventurero que ha estado espiando a JAMES y SAM MORRIS, entra en los servicios, ve a este último meando placidamente, en el urinario situado más cerca del lavabo, y con el maletín repleto de dinero en el suelo, también en el lado más próximo al lavabo. SAM MORRIS dedica una mirada fugaz al HOMBRE que acaba de acceder a los servicios y a su maletín, resultándole curioso que sea clavado al suyo. Disimuladamente, el HOMBRE VIVIDOR coloca su maleta pegada a la de SAM MORRIS y, tras lavarse la cara y atusarse un poco el cabello, comprueba que SAM MORRIS está sigue meando, mirando de forma distraída, hacia el lado opuesto. Entonces, con un movimiento ágil y veloz de su mano izquierda, el HOMBRE VIVIDOR recoge el maletín de SAM MORRIS y se dirige, con paso firme y decidido, hacia la salida de los Servicios, dejando a SAM MORRIS el otro maletín, que está lleno de ropa.
Corte.
ESCENA 4. CAFETERÍA. CIUDAD. EXTERIOR. DÍA.
SAM MORRIS sale de la cafetería con el tiempo justo para observar cómo el HOMBRE VIVIDOR abandona con su coche el lugar y vuelve a esbozar una sonrisa al pensar en la coincidencia de los dos maletines. Después, saca las llaves de su coche y accede al interior del vehículo.
Corte.
ESCENA 5. COCHE DE SAM MORRIS. INTERIOR. DÍA.
Relajado y confortablemente sentado, SAM MORRIS levanta los cierres del maletín y su sorpresa es mayúscula cuando ve que el objeto que le ha reportado tanta felicidad en tan poco tiempo está, en realidad, lleno de ropa. Entonces, su cara enrojece de furia y rabia por haberse dejado quitar, de una manera tan estúpida, la recompensa otorgada por el SEÑOR McDONALD. Abatido, golpea con sus manos el volante y, acto seguido, arranca el vehículo.
Fundido en Negro de Cierre.
ESCENA 6. HOSTAL DE CARRETERA. EXTERIOR. NOCHE.
Fundido en Negro de Apertura.
Texto sobre Negro: “Horas más tarde..”
Durante varias horas, SAM MORRIS persigue, procurando que su empeño no se haga notar, a una distancia prudencial, al vehículo del HOMBRE VIVIDOR. Éste sale de la ciudad, y ya al atardecer, decide parar en un Hostal de carretera para pasar allí la noche. SAM MORRIS, por su parte, aminora la velocidad de su coche hasta dejarlo estacionado con suavidad.
Corte.
ESCENA 7. HOSTAL DE CARRETERA. INTERIOR. NOCHE.
El HOMBRE VIVIDOR entra en el hostal y se dirige hacia la barra, donde están los dueños del establecimiento, una PAREJA JOVEN. Sin embargo, antes de que el HOMBRE VIVIDOR pida nada, alguien detrás de él, consigue paralizarlo.
SAM MORRIS
     ¡Maldito ladrón! ¡Devuélveme ese maletín! ¡Es mío,      entiendes, mío!
El HOMBRE VIVIDOR se gira y mira desafiante a SAM MORRIS. Por su parte, la PAREJA del hostal, contemplan, en condición de testigos involuntarios, el desarrollo vertiginoso que van a adquirir los acontecimientos.
HOMBRE VIVIDOR
     ¡Así que quieres el maletín, eh! ¡Pues, corre, ven a      por él!
El HOMBRE VIVIDOR saca del bolsillo derecho de su pantalón una pistola y apunta al rostro de SAM MORRIS. Este, imperturbable, saca su pistola y hace lo propio.
SAM MORRIS
(Retador)
     ¡Yo también tengo una!
Transcurren unos instantes que se hacen inacabables, eternos. Entonces, en el rostro del HOMBRE VIVIDOR se dibuja una pérfida sonrisa que enseguida se convierte en una carcajada descontrolada. Y dispara, pero SAM MORRIS es más rápido que él, y no sólo esquiva el proyectil sino que acierta a su adversario con un certero disparo y lo derriba, dejándolo inerte sobre el suelo. En un primer momento, posterior al duelo, la PAREJA JOVEN del hostal se quedan paralizados por el miedo, pero después reaccionan, y cada uno lo hace a su manera. El DUEÑO del hostal se dirige a SAM MORRIS, hablando con él de un modo muy agitado y nervioso. Por su parte, la DUEÑA sale de la barra.
DUEÑO DEL HOSTAL
¡¡No, no, no se preocupe, Señor!!. ¡Yo lo enterraré! ¡Nadie me vera hacerlo! ¡Y nadie le acusará de nada! ¡Mi mujer y yo sabemos guardar un secreto!
DUEÑA DEL HOSTAL
(Solícita y servicial)
¡No se vaya ahora, Señor! ¡Es noche cerrada! ¿Se quedará a dormir con nosotros, verdad?
SAM MORRIS
(Abrumado)
     Sí, claro.,..
SAM MORRIS pretende decir algo más, pero la DUEÑA del Hostal le interrumpe.
DUEÑA DEL HOSTAL
¡Pues no se hable más! ¡Venga, subamos las escaleras! ¡Yo le llevaré hasta la mejor habitación de nuestro      humilde Hostal!.
SAM MORRIS, acompañado por la DUEÑA del Hostal, recoge, en primer lugar, su legítimo maletín y, a continuación, ambos empiezan a subir las escaleras hasta el segundo piso del Establecimiento.
Corte.
ESCENA 9. HOSTAL DE CARRETERA. INTERIOR. NOCHE.
SAM MORRIS continua avanzando por los escalones, pero la DUEÑA del hostal se para un momento, quedándose rezagada. Con sigilo, se saca una daga de los pliegues de su falda y se abalanza sobre el desafortunado SAM MORRIS, apuñalándole en plena espalda. La víctima se precipita escaleras abajo, aterrizando de forma violenta contra el suelo de la primera planta del hostal.
Corte.
ESCENA 10. HOSTAL DE CARRETERA. EXTERIOR. NOCHE.
Hasta el hostal han llegado, con el tiempo necesario para contemplar desde fuera el traicionero apuñalamiento de SAM MORRIS, DOS BUSCAVIDAS, de parecido estilo al del difunto HOMBRE VIVIDOR.
BUSCAVIDAS I
(Asombrado)
     ¡Joder, has visto eso, tío! ¡Qué hija de perra!
BUSCAVIDAS II
(Nervioso)
     ¡¡Calla!! ¡Es que quieres que nos descubran y nos      maten también!
Corte.
ESCENA 11. HOSTAL DE CARRETERA. INTERIOR. NOCHE.
DUEÑO/BILL
(Exaltado)
     ¡¡Pero Rachel!! ¡¡Por qué coño has hecho eso!! ¡¡Te      has vuelto loca o qué!! ¡Dos muertos en una noche!      ¡Qué vamos a hacer si alguien los reclama!
DUEÑA/RACHEL
¡Cállate, Bill! ¡Ya nos ocuparemos de los cadáveres      más tarde! ¡Ahora quiero saber qué es lo que contiene este maletín! ¡Si se han jugado la vida por él tiene que ser algo muy gordo!
Corte.
ESCENA 12. HOSTAL DE CARRETERA. EXTERIOR. NOCHE.
La DUEÑA/RACHEL abre el maletín y descubre, alborozada, que contiene un millón de dólares. Por su parte, su marido, BILL, se olvida momentáneamente de los dos muertos. Por un golpe de suerte, aún resultando éste traicionero, su mujer y él se han hecho ricos. Ambos no tardan, pues, en abrazarse con efusividad. Mientras, en el exterior del Establecimiento, los dos BUSCAVIDAS contemplan, cada vez más pasmados, la escena.
BUSCAVIDAS II
     Esta es nuestra noche de suerte, no la suya. Tenemos      que hacernos con ese maletín como sea.
Fundido en Negro de Cierre.
ESCENA 13. HOSTAL DE CARRETERA. INTERIOR. NOCHE.
BILL
(Extasiado)
     ¡Esto hay que celebrarlo con una botella del mejor
     Champán, Rachel! ¡Uno no es rico todos los días!
BILL vuelve a ponerse detrás de la barra y alcanza una botella de Moet Chandon, una de las Marcas más caras de champán francés.
RACHEL
(Entusiasmada)
     ¡Desde luego, Bill! ¡Pásame una copa!
Pero la alegría de BILL y RACHEL dura poco. De repente, y sin mediar palabra, los dos BUSCAVIDAS entran en el Hostal, sacan dos pistolas de los bolsillos de sus pantalones y masacran a los DUEÑOS del hostal, BILL y RACHEL.
Fundido en Negro de Cierre.
ESCENA 14. HOSTAL DE CARRETERA. INTERIOR. DÍA.
Fundido en Negro de Apertura.
Texto sobre Negro: “A la mañana siguiente..”
Los dos BUSCAVIDAS se marcha rápidamente del Hostal con el maletín. A la mañana siguiente, dos POLICÍAS, que habían decidido parar a desayunar en el Hostal, descubren la masacre.
POLICÍA I
(Espantado)
¡Por todos los demonios! ¡Quiénes habrán sido los malnacidos que han hecho esto! ¡Rápido, busca su Identificación!
El POLICÍA II obedece las órdenes de su jefe con diligencia y revisa concienzudamente los cadáveres. Así, de los bolsillos de BILL y RACHEL, así como de los de SAM MORRIS, saca información que permite su identificación, pero no tiene el mismo éxito con el HOMBRE VIVIDOR.
POLICÍA II
Los dos que están juntos son los dueños del hostal: Bill Jefferson y Rachel Stevens. Y este otro se llamaba Sam Morris, detective privado. Del otro no hay nada.
POLICÍA I
     ¡¡Sam Morris!! ¡Lo conozco! ¡Qué horror! ¡Tenía      mujer y dos hijos!
Fundido en Negro de Cierre.
ESCENA 15. CASA DE SAM MORRIS. CIUDAD. EXTERIOR. DÍA.
Fundido en negro de Apertura.
Texto sobre Negro: “Esa misma tarde..”
Esa misma tarde, otra pareja de POLICÍAS van a comunicar a la MUJER DE SAM MORRIS la muerte de su marido. No se oye a los POLICÍAS hablar al comunicar la mala noticia, pero sí a la MUJER DE SAM MORRIS en su reacción y sus lamentos desgarradores. Sus dos hijos, un NIÑO y una NIÑA, salen de la casa y su madre los abraza con fuerza.
MUJER DE SAM MORRIS
     ¡¡Oh, Dios mío!! ¡¡Sam!! ¡¡Por qué!! ¡¡Por qué tú!!
Fundido en Negro de Cierre.
ESCENA 16. CAFETERÍA. CIUDAD. INTERIOR. DÍA.
Fundido en Negro de Apertura.
Texto sobre Negro:” A esa misma hora, en otra parte de la ciudad”.
Los dos BUSCAVIDAS llegan a la ciudad de la que es originario SAM MORRIS, concretamente entran en la misma cafetería donde el día anterior éste tenía una cita con el Lugarteniente del SEÑOR McDONALD, JAMES. El BUSCAVIDAS I porta el mismo maletín que JAMES había entregado a SAM MORRIS. Los dos BUSCAVIDAS se sientan en los sofás adosados y están tomando café cuando, de repente, al BUSCAVIDAS II se le ocurre una idea que no le hace ninguna gracia al BUSCAVIDAS I.
BUSCAVIDAS II
     ¡Eh, oye, escucha, escúchame un momento! Ahora que      estamos en racha, ¿Qué te parece si atracamos este      cuchitril?
BUSCAVIDAS I
¡¡Pero qué dices!! ¡Estás chiflado! ¡Confórmate      con lo que hemos ganado! La avaricia puede ser nuestra perdición.
BUSCAVIDAS II
     ¡Venga ya! ¡Qué te den! ¡Este cuchitril lo atracó      como que me llamo Jack!
En ese momento, se levanta y, sacando una pistola, apunta hacia el DUEÑO de la cafetería y varios CAMAREROS.
BUSCAVIDAS II
     ¡¡Quieto todo el mundo!! ¡Si algún jodido gilipollas    se mueve me lo cargo!
Al BUSCAVIDAS II la acción de su compañero le ha pillado por sorpresa, pero no tiene más remedio que secundarla, apuntando a la clientela.
BUSCAVIDAS I
     ¡Serás imbécil! Bien, ya habéis oído, quietos todos.
     Si no hacéis ninguna tontería, esto pronto habrá
     acabado.

Sin embargo, el DUEÑO de la cafetería aprovecha que el BUSCAVIDAS II se ha distraído un instante apuntando a otros clientes, para accionar la alarma del local. El BUSCAVIDAS I, por su parte, reacciona rápidamente, dejándolo seco de varios disparos.

BUSCAVIDAS II
     ¡Maldito desgraciado! ¡Cómo se le ha ocurrido hacer      eso!
La alarma sigue sonando y el BUSCAVIDAS I la revienta de un balazo. Por su parte, el BUSCAVIDAS II se dirige hacia la parte del local donde está ubicada la caja registradora del Local, de la que se encarga una aterrorizada CAMARERA.
BUSCAVIDAS II
     ¡Tú, preciosa! ¡Dame todo el dinero de la caja!      ¡Vamos, haz lo que te digo y no te pasará nada!
La CAMARERA abre la caja registradora, y entrega toda la ganancia que ha acumulado durante una semana la cafetería, a los BUSCAVIDAS. Pero, de repente, una voz procedente de un megáfono, en el exterior, deja petrificados a los BUSCAVIDAS. Es un POLICÍA apostado en el exterior del local el que los conmina a rendirse.
POLICÍA
     ¡¡Atención!! ¡¡Ríndanse!! ¡Repito, ríndanse! ¡Están      rodeados! ¡No tienen escapatoria!
BUSCAVIDAS I
¡¡Maldita sea!! ¡Han llegado aquí enseguida! ¡Debe      haber una comisaría de policía cerca y no nos hemos dado cuenta! ¿Qué hacemos ahora?
BUSCAVIDAS II
     Coge a la chica que nos ha dado el dinero. Será      nuestra rehén y nuestra garantía para salir de aquí.
El BUSCAVIDAS I obedeció al BUSCAVIDAS II y agarró a la CAMARERA. Así, los dos BUSCAVIDAS y la CAMARERA se dirigen hacia la salida de la cafetería.
Corte.
ESCENA 17. CAFETERÍA. CIUDAD. EXTERIOR. DÍA.
Los dos BUSCAVIDAS salen a la calle y observan cómo está atestada de policías. Al BUSCAVIDAS I, que es el que tiene colocada la pistola en el cuello de la CAMARERA, amenazándola, le tiemblan las piernas. Por su parte, el BUSCAVIDAS II se dispone a hacer públicas sus exigencias para salir de aquella ratonera. Sin embargo, no cuenta con dos policías, dos FRANCOTIRADORES, que apostados en las dos esquinas de la calle, disparan sendos proyectiles con demostrada y calculada precisión. Los dos BUSCAVIDAS caen al suelo y la CAMARERA se dirige llorando a los policías, quedando el maletín sin dueño, hasta que es recogido por un POLICÍA.
Fundido en negro de Cierre.
ESCENA 18. CASA DE SAM MORRIS. CIUDAD. EXTERIOR. DÍA.
Fundido en Negro de Apertura.
Texto sobre Negro: “A la mañana siguiente..”
A la mañana siguiente, DOS POLICÍAS llegan a la casa del difunto SAM MORRIS, con su maletín, y llaman a la puerta. La SEÑORA DE SAM MORRIS sale para atenderles.
POLICÍA
Buenos días, Señora Morris. Hemos averiguado que su      marido firmo un contrato con el Señor McDonald y que      este maletín le pertenece. No podemos devolverle la vida a su marido pero este dinero, ayudará a sus hijos y a usted a afrontar su perdida y a que no les falte de nada.
Fundido en Negro de Cierre.
Créditos Finales.


    


GUIÓN LITERARIO REVISADO DE "ROBERT, UN POLICÍA DE LA GRAN MANZANA"

GUIÓN LITERARIO:”ROBERT, UN POLICÍA DE LA GRAN MANZANA”.
ESCENA 1. CALLE. NUEVA YORK. EXT. DÍA.
Fundido en Negro de Apertura.
Texto sobre Negro: “Robert, un policía de la Gran Manzana”.
Rodaje en Blanco y Negro.
ROBERT es un policía de Nueva York que transita de forma lenta y tranquila por una de las calles de la ciudad próxima a la famosa quinta Avenida. No obstante, su paso es firme y seguro. Es muy temprano, las seis de la mañana concretamente, y los escasos transeúntes con los que ROBERT se cruza son juerguistas que no han regresado todavía a sus casas. ROBERT es un policía que no teme a nada ni a nadie, ni siquiera a la propia muerte. Tiene cuarenta años y ha sido suficientemente castigado por la vida. Es viudo, y desde que su mujer murió hace diez años, no ha vuelto a tener una relación duradera, pues todas han sido esporádicas, y tampoco éstas han estado a la altura de sus expectativas. Además, para colmo de males, hace ya un año que tuvo un error imperdonable e inexplicable al confundir a un inocente con un cruel y despiadado asesino en serie. Formaba entonces parte de la brigada de homicidios y aquel suceso fue el desencadenante de su particular bajada a los infiernos. Fue degradado y suspendido de empleo y sueldo indefinidamente. Transcurrido un año, vive de las rentas acumuladas durante años. Ahora, la llamada de su jefe puede significar un nuevo comienzo.
Corte.
ESCENA 2. COMISARÍA DE POLICÍA. NUEVA YORK. INT. DÍA.
ROBERT entra en la comisaría saludando con leves inclinaciones de su cara a todos los policías con los que se encuentra. Todos le conocen y le respetan en grado sumo. Lleva veinte años ejerciendo su oficio y es uno de los miembros más veteranos y cualificados de la comisaría. ROBERT se dirige al despacho de su jefe, que le ha despertado, aún de madrugada, a las cinco, porque tenía que hacerle un encargo urgente. Algo extraño sucede esa mañana. Otro de los policías más veteranos está lanzando una arenga a un grupo de policías más jóvenes. ROBERT se percata enseguida de que están preparando una gran redada.
Corte.
ESCENA 3. DESPACHO DEL JEFE DE ROBERT. COMISARÍA DE POLICÍA. NUEVA YORK. INT. DÍA.
EL JEFE DE ROBERT, nervioso, está dando pequeños paseos de un lado a otro de su despacho. Cuando ROBERT entra en el despacho, su JEFE le mira y se dirige a él muy serio.

JEFE DE ROBERT

Tengo que encargarle una misión, Robert. Espero que no me falle. Pero no debe hacerse ilusiones. Le he llamado porque no tenía a nadie disponible. Todos los Agentes están movilizados para una redada contra unos mafiosos italianos que desembarcaron hace unos meses en Nueva York. Usted debe ir al Bronx y detener a una banda de traficantes muy peligrosos. La droga que han tomado esta noche les ha afectado tanto que han secuestrado a una familia y han llamado pidiendo un rescate de un millón de dólares. Tiene que ir hasta allí y tratar de clamarles. Le enviare refuerzos cuando terminemos la redada. Allison, su antigua compañera le acompañará. ¡Vamos, muévase! ¡Ella está esperándole en el garage!
ROBERT
Entendido, jefe, no se preocupe. No estar inactivo no impedirá que cumpla mi misión.
Corte.
ESCENA 4. GARAJE. COMISARÍA DE POLICÍA. NUEVA YORK. INT. DÍA.
ROBERT, tras atravesar las dependencias policiales, baja en el ascensor hasta el garaje. Allí, apoyada en una columna, fumando un cigarro, está esperándole ALLISON. Ella libraba aquel día, pero el JEFE la ha llamado, prometiéndole una retribución extra por acompañar a ROBERT. Es una mujer de treinta y cinco años, poseedora de un gran atractivo físico. Y gracias a su belleza, ha tenido varios amantes. Hombres sin escrúpulos que la dejaron plantada cuando más los necesitaba. A ALLISON se ilumina el rostro cuando ve a ROBERT saliendo del ascensor.
ALLISON
¡Robert! ¡Qué hay de nuevo, viejo granuja! ¡Es increíble! ¡No me acababa de creer lo que me decían de que ibas a volver a ser mi sombra!
ROBERT
(Pesimista)
Esto es algo excepcional, Allison. Seguro que es mi canto del cisne. Después, no me volverán a llamar en lo que queda de vida. La cagada de hace un año fue demasiado fuerte.
ALLISON
(Emocionada)
     Lo sé, Robert, pero para mí estar solo una hora contigo es lo mejor que me ha podido pasar este año. El nuevo compañero que me asignaron no me gusta nada. Es un auténtico palurdo.
ROBERT no puede evitar sonreír ante la sinceridad expresada por ALLISON y ésta hace lo propio. Pero la sonrisa de ROBERT contiene amargura, mientras que la de ALLISON es desinteresada.
ALLISON
     ¿Qué? ¿Qué piensas de lo que he dicho,      Robert?
ROBERT
¡Creo que exageras, Allison! No soy mejor que otros policías. Bueno, ¡Vamos, demostremos nuestra valía!
ALLISON
¿Qué coche cogemos, Robert? Me ha dicho el jefe que llevemos el último de la fila, aquel Mercedes de la clase E.
ROBERT observa el coche indicado por ALLISON y luego, sorprendido de forma agradable, ve el coche que tantas veces ambos utilizaron en el pasado, en sus largas jornadas de patrulla por la ciudad. Finalmente, se decanta por este último.
     ROBERT
¡No! ¡No me convence, Allison! Prefiero nuestra tartana. Ya sabes, la número uno del Departamento de Policía de Nueva York.
ALLISON asiente con una sonrisa y ambos se meten en el viejo Ford que a ROBERT le sigue gustando tanto. Y él pisa a fondo de acelerador, saliendo rápidamente del garaje.
Corte.
ESCENA 5. EDIFICIO DEL BRONX. NUEVA YORK. INT. DÍA.
ROBERT y ALLISON entran en el edificio en el que, según su jefe, se han atrincherado la banda de narcotraficantes hispanos. Suben al tercer piso, que es donde mantienen a la familia secuestrada. Nada más llegar a esta planta, oyen unos disparos procedentes de la puerta que está ubicada al fondo a la derecha, y los dos se precipitan veloz pero sigilosamente hacia allí. Sin embargo, se quedan paralizados cuando observan que la puerta se abre violentamente. La voz agitada de un HISPANO se impone, al tiempo que empuja a un hombre de mediana edad, el PADRE de la familia, que sale disparado del piso impactando contra la pared opuesta del pasillo. El rehén cae al suelo desangrado, como síntoma de que ha sido sometido a varias torturas.
HISPANO
(Enfadado)
¡Malditos sean! ¡Estos policías son unos güevones, unos putos güeys! ¡Les dije que me llamarán para confirmarme que venían con el dinero y todavía no lo han hecho! ¡Esta mierda se acabó! ¡Mi paciencia no da para más! ¡Y estos burguesitos lo van a pagar!
Entonces, acto seguido, se oyen más disparos procedentes del interior del piso. ALLISON, más entrenada que ROBERT, llegan antes que éste hasta el umbral de la puerta y vencida por la rabia ante lo que ve, saca su pistola y se pone a disparar con una furia descontrolada y desconocida para ROBERT, que no puede hacer nada por detenerla.
ROBERT
(Desesperado)
¡¡No, Allison, no!! ¡¡Retírate de ahí!!
Pero es demasiado tarde para ALLISON, pues al mismo tiempo que él pronuncia estas suplicas, ella cae abatida al suelo por una descarga inmisericorde.
ROBERT
(Desconsolado)
¡¡Allison, no!! ¡¡Allison!! ¡Malditos hijos de puta! ¡Voy a acabar con todos vosotros!
ROBERT mira un instante hacia el interior del piso. Tanto la FAMILIA secuestrada como los SECUESTRADORES están muertos, pero el HISPANO que acabo con el PADRE y con ALLISON le está apuntando con su pistola.
HISPANO
¡Hey, poli güevon! ¡No sufras tanto! ¡También acabaré contigo! ¡Pronto estarás con tu linda compañera!
ROBERT
(Indignado)
     ¡Malnacido! ¡Tú no vas a acabar con nadie más!
Ambos disparan a la vez y el fuego cruzado alcanza a los dos protagonistas. Pero ROBERT tiene mejor puntería y le ocasiona una herida mortal a su adversario, mientras que él sólo tiene una herida superficial en el brazo derecho. ROBERT, renqueante, y no pudiendo reprimir las lágrimas, se aproxima al cuerpo de ALLISON. Y su sorpresa es mayúscula cuando ve que ella se mueve con dificultad, respira e intenta hablar.
ROBERT
(Entusiasmado)
¡¡Allison!! ¡¡Estás viva!! ¡¡Esto es un milagro!! ¡¡Un bendito milagro!!
ALLISON
(Agonizante, con un hilo de voz)
Sí, pero por poco tiempo, Robert. Ven, arrodíllate. Quiero hacerte una confesión.
ROBERT
(Esperanzado)
Sí, claro, no te preocupes. Seguro que te vas a recuperar. Ahora mismo llamaré a un hospital.
ROBERT, tal y como le ha indicado ALLISON, se arrodilla.
ALLISON
No, eso no es verdad, Robert. No me queda mucho tiempo.
ROBERT, hace caso omiso a ALLISON, descuelga su teléfono móvil y llama al hospital, solicitando la presencia de una ambulancia en el lugar y facilitando la ubicación del edificio en el que están. Después, vuelve a centrarse en ALLISON.
ROBERT
Ya he llamado al hospital. No te preocupes, pronto estarás en una cómoda cama y te recuperarás. Esto sólo habrá sido un mal sueño.
ALLISON
No, es demasiado tarde, Robert. Pero he de decirte algo importante. Verás, desde que te conozco, he estado enamorada de ti. ¡No me importaba que estuvieras casado! Quería decírtelo algún día, pero nunca me atrevía. Ahora que voy a morir, lo puedo hacer en paz, sin dejar nada pendiente.
ALLISON deja de hablar y parece que su desvanecimiento ya va a resultar definitivo, pero ROBERT, en un desesperado intento por reanimarla, la zarandea.
ROBERT
(Suplicante)
     ¡¡Allison!! ¡¡Allison, por favor!! ¡¡No te vayas!!
Y ALLISON, antes de expirar, formula un último interrogante a ROBERT.
ALLISON
(Intrigada)
Robert: ¿Tú me quieres ? ¿Me has querido?
ROBERT
(Sollozante)
Sí, Allison, claro que sí. Siempre te he querido y he estado enamorado de ti, pero no podía traicionar a mi mujer. ¿Lo comprendes, verdad?
ALLISON
(Feliz)
Sí, claro ¡Vaya, nunca me imagine un final así! Bésame, Robert. ¡Hazlo, por favor! Siento que me voy,..., ¡Adiós, Robert, adiós! ¡Hasta siempre!
ROBERT, muy emocionado y sin poder articular palabra, cumple con la petición de ALLISON y la besa apasionadamente. Pero ALLISON, en ese momento expira, muriendo entre los brazos de ROBERT. Transcurren unos instantes que a ROBERT se le hacen eternos, con una reflexión profunda por su parte. Ya tiene decidido lo que va a hacer y deja de sollozar, retornando a la calma que siempre le había caracterizado.
ROBERT
Esta es la mujer que siempre he amado y no he podido disfrutar de ella por vivir con otra. Pero estoy seguro de que no va a haber una tercera a la quiera tanto. He vivido todo lo que tenía que hacerlo. Ya nada me ata a esta vida. Lo único que quiero es reencontrarme con Allison. Me sumergiré en un sueño eterno, un sueño en el que debía de haber entrado antes.
ROBERT coloca su pistola en la sien y se oye un disparo. Así, los dos, ROBERT y ALLISON, viajan juntos hacia la otra vida, habiendo confesado su amor mutuamente. Ya nadie les podrá separar porque seguirán siendo compañeros, compañeros para toda la eternidad.
Fundido en Negro de Cierre.
Créditos Finales.





 

GUIÓN LITERARIO REVISADO DE "EL ÚLTIMO VAMPIRO"

GUION LITERARIO: “EL ÚLTIMO VAMPIRO”.

ESCENA 1. MORATINO DE SUS. CASA DE PETRE Y GHEORGHE TOMA Y DE MIRELA MARINESCU. HABITACIÓN DE PETRE TOMA. INT. NOCHE.
Fundido en Negro de Apertura.
Texto sobre Negro: “El último vampiro. Basada en hechos reales”.
Rodaje en Blanco y Negro.
Poblado de Moratino de Sus, Rumanía. Navidad del año dos mil tres. Es Nochebuena, pero los miembros de una familia no tienen tiempo para celebraciones. En su habitación, el anciano PETRE TOMA agoniza, en medio de terribles dolores que aquejan su maltrecho cuerpo. Su hijo, GHEORGHE TOMA, vierte vodka en un vaso. Quiere que su padre se lo tome para mitigar sus dolores y para que su transito hacia la vida eterna resulte más llevadero. Mientras, MIRELA MARINESCU, mujer de GHEORGHE TOMA, hace una indicación a su suegro, PETRE TOMA, para que le deje mullir su almohada. Éste, asiente, y consigue incorporarse a duras penas. Las sábanas de la cama del afligido enfermo están húmedas, anegadas por el sudor emanado de su cuerpo. La fiebre que padece ha llegado a un punto de no retorno. GHEORGHE le da a PETRE el vaso de vodka y éste se lo bebe de un trago. Instantes más tarde, el cuerpo de PETRE se queda rígido y expira. Del rostro de GHEORGHE comienzan a brotar lágrimas, mientras que MIRELA, muy afectada, sale dando voces de la habitación. Y, acompañada por varias MUJERES, VECINAS, no tarda en regresar a la habitación para velar el cadáver. Las MUJERES no tardan en empezar a ejercer de plañideras, entonando rápidos e interminables rezos y letanías.
Fundido en Negro de Cierre.
ESCENA 2. MAROTINO DE SUS. CEMENTERIO. EXT. DÍA.
Fundido en Negro de Apertura.
Texto sobre Negro: “Al día siguiente...”
Prácticamente todo el pueblo está presente en el entierro de PETRE TOMA, pues, en vida, fue un personaje muy popular y singular. Algunos vecinos dan el pésame a los parientes del difunto, a GHEORGHE y MIRELA. Por su parte, el grupo de MUJERES, de vecinas, continúan ejecutando su papel de plañideras a la perfección.
Fundido en Negro de Cierre.
ESCENA 3. MAROTINO DE SUS. CASA DE GHEORGHE Y MIRELA. HABITACIÓN. INT. NOCHE.
Fundido en Negro de Apertura.
Texto sobre Negro: “Esa misma noche...”
MIRELA cae enferma por la noche. En plena madrugada, se despierta sobresaltada y su marido GHEORGHE no logra comprender qué es lo que le pasa. De su cuerpo se apoderan varios temblores compulsivos consecutivos y, de repente, vomita sobre la cama. GHEORGHE intenta calmarla con las manos y le toca la frente, percatándose de que un sudor frío recorre el cuerpo de MIRELA. GHEORGHE manifiesta su confusión en voz alta.

GHEORGHE

(Desesperado)
¿Qué te pasa, Mirela? ¿Te traigo una infusión?

MIRELA

     No, Gheorghe. Sólo quiero agua, por favor.
Fundido en Negro Encadenado.
Texto sobre Negro: “Horas más tarde, al alba...”
A primera hora de la mañana, GHEORGHE sale de su casa para ir a buscar al MÉDICO del pueblo. Cuando ambos entran en la habitación, MIRELA se encuentra más tranquila que por la noche, y medio adormilada. El MÉDICO le toca la frente.

MÉDICO

¡Bah, no te preocupes, Gheorghe! ¡Sólo es una fiebre pasajera! ¡Se le pasará con unos días de reposo! ¡Abrígala bien y dale agua cuando te lo pida!
Fundido en Negro Encadenado.
Texto sobre Negro: “A la noche siguiente...”
A la noche siguiente, MIRELA se vuelve a sentir incómoda, dando varias vueltas de un lado a otro de la cama, mientras que GHEORGHE está profundamente dormido. MIRELA está muy confusa, pues no sabe si está dormida o despierta. Lo único que resulta cierto es que está siendo víctima de una atroz pesadilla. La frontera entre el sueño y la vigilia es tan difusa que, finalmente, acaba desvaneciéndose. Una sombra se aproxima a la cama. Alguien está lamiendo la cara de MIRELA, que abre los ojos. Horrorizada, ve que quien está acechándole es PETRE TOMA, su difunto suegro, que la observa con una sonrisa diabólica y la cara ensangrentada. Con el corazón a punto de estallarle, MIRELA exhala un chillido estremecedor.

MIRELA

¡¡¡Aaaarrrrgggg!!! ¡¡No!! ¡¡¡Estás muerto!!! ¡¡Estás muerto!!
GHEORGHE se despierta sin alcanzar a comprender lo que le sucede a MIRELA. Por su parte, PETRE desaparece.

MIRELA

¡¡Gheorghe, rápido! ¡¡Enciende una vela!! ¡¡He visto a tu padre!! ¡¡Estaba aquí!! ¡¡A mí lado!!
GHEORGHE saca de su mesilla de noche una vela y una caja de cerillas y la luz se apodera de la estancia.
GHEORGHE
¡Pero qué dices, Mirela! ¡Estás volviendo a delirar! ¡Aquí No hay nadie, comprendes, nadie! ¡Solo nosotros dos! ¡La puerta está cerrada y la ventana también!
MIRELA
(Descompuesta)
¡¡Te he dicho que lo he visto!! ¡He visto a tu padre! ¡Escucha! ¡Mi abuela me contó que los muertos pueden salir de sus tumbas por las noches, ir a las casas de sus familiares, atormentarles y matarles!
GHEORGHE
(Comprensivo)
¡Vale, ya está bien! ¡Mañana por la noche iré al cementerio con los vecinos! ¡Entonces sabremos si es verdad que mi padre se ha convertido en un strigoi o es sólo fruto de tu imaginación! ¡Mi padre está muerto! ¡Y bien muerto!
Fundido en Negro Encadenado.
Texto sobre Negro: “Al día siguiente, ya por la noche...”
GHEORGHE sale de su habitación tras haber sacado de su cajón una linterna y se dirige al comedor de su casa.
Corte.
ESCENA 4. MAROTINO DE SUS. CASA DE GHEORGHE Y MIRELA. COMEDOR. INT. NOCHE.
GHEORGHE se junta en el comedor de su casa con su mujer, MIRELA y sus AMIGOS, que son cinco. Todos tienen en sus manos botellas de vodka y todos las acaban, siendo GHEORGHE quien arenga a los demás. Están provistos de azadones y linternas.
GHEORGHE
¡Salud, compañeros! ¡Y valor! ¡Mucho valor! ¡Lo vamos a necesitar!
A una señal de GHEORGHE, los seis enfilan el pasillo y salen de la casa.
Corte.

ESCENA 6. MAROTINO DE SUS. CEMENTERIO. EXT. NOCHE.
Apenas unos momentos más tarde, tras haber dado las campanas de la Iglesia de Moratino las señales horarias que indican la llegada de la medianoche, un silencio sepulcral se adueña del cementerio y su pueblo. Dicho silencio se rompe con el estridente chirrido de la verja del cementerio al abrirse.
Fundido en Negro Encadenado.
Cuando los seis AMIGOS llegan hasta la tumba de PETRE TOMA, comienzan a cavar sin tregua, hasta que el azadón de GHEORGHE choca contra la madera del féretro.
GHEORGHE
Bueno, camaradas, ahora sabremos si mi esposa dice la verdad o se ha estado burlando de nosotros.
GHEORGHE, ayudado por sus AMIGOS, fue capaza de mover, aunque con dificultad el ataúd. Había llegado el momento de la verdad, de saber si PETRE había seguido el proceso natural de los difuntos hacia la vida eterna o si, por el contrario, se había transformado en un no muerto, en un vampiro. GHEORGHE levanta cuidadosamente la tapa de la caja. Y sus AMIGOS, con los ojos desorbitados, comprueban que PETRE no yace en la posición en la que le habían enterrado. Estaba de costado, con su cuerpo incorrupto, orientado hacia la derecha. Pero, lo que realmente deja helados a los PROFANADORES, es que PETRE, con el único ojo que tenía abierto, el ojo derecho, está observando fijamente a GHEORGHE y a sus AMIGOS. Además, los zapatos de PETRE estaban llenos de barro.
GHEORGHE
(Aterrorizado)
¡¡Oh, Dios mío!! ¡¡Es cierto!! ¡¡Es un strigoi!! ¡¡Strigoi!! ¡¡Strigoi!!
TODOS
(Al unísono)
     ¡¡Strigoi!! ¡¡Strigoi!!
GHEORGHE comienza a correr hacia la salida del cementerio como alma que lleva el diablo, y sus AMIGOS no dudan un instante en seguirlo, dejando los azadones y las linternas tiradas en el camposanto, y la tumba abierta.
Fundido en Negro de Cierre.
ESCENA 7. MAROTINO DE SUS. SALIDA DEL CEMENTERIO. EXT. NOCHE.
Fundido en Negro de Apertura.
PETRE sale del cementerio justo en el momento en el que un LABRADOR regresa al pueblo después de cumplir con sus tareas en el campo. PETRE se dirige a él de una forma despectiva y llena de maldad.
PETRE
¿Sabe que sus vecinos son unos cobardes? ¡Sí, eso es lo que son! ¡Unos malditos cobardes! ¡No se han atrevido a acabar conmigo! ¡Jajaja!

El LABRADOR, muerto de frío y de terror, se limita a contestar, tartamudeando, hablando a PETRE de las inclemencias metereológicas.
LABRADOR
Bu-bue-no-no, sí, sí, sí, Señor Petre. Hace frí, frío, mucho frío esta noche, ¿Verdad?
El LABRADOR, al ver que PETRE ya no lo está mirando, se pone a correr como una liebre hacia su casa.
PETRE
¡Yo no siento nada de frío! ¡Más bien me arde el cuerpo! ¡Jajaja! Pero, ¿Adónde vas, infeliz? Bueno, ya te pillaré. ¡Sé dónde vives!, ¡Jajaja!
Fundido en negro de Cierre.
ESCENA 8. MAROTINO DE SUS. CASA DE GHEORGHE Y MIRELA. HABITACIÓN. INT. NOCHE.
Fundido en Negro de Apertura.
GHEORGHE entra en la habitación donde MIRELA, ya acostada en la cama, está leyendo un libro, ansiosa por saber qué ha sucedido con su difunto suegro PETRE.
MIRELA
     ¡Qué, Gheorghe! ¿Qué ha pasado?
GHEORGHE, aunque a duras penas, haciendo un esfuerzo titánico y sabedor del peso de la mentira, consigue tranquilizar a MIRELA.
GHEORGHE
Bien, todo fue bien, Mirela. No debes preocuparte más. Mi padre no es ningún vampiro.
MIRELA
Menos mal, Gheorghe. No sabes el peso que me quitas de encima. Bueno, hasta mañana.
GHEORGHE
     Hasta mañana, cariño. Que duermas bien.
MIRELA apagó la vela de su mesilla y se dispuso a sumergirse en un confortable sueño. Por su parte, GHEORGHE, preocupado, permanece sentado en la cama un rato. Pero, finalmente, se dirigió a la vela de su mesilla, la apaga y se expande sobre la cama.
Fundido en Negro Encadenado.
Texto sobre Negro: “Varias horas más tarde...”
Hacia las seis de la mañana, PETRE volvió a acechar a la somnolienta MIRELA. En un principio, se apodera de su subconsciente, convirtiendo su plácido sueño en una agitada pesadilla.
PETRE
(Alborozado)
¡¡Mirela, Mirela!! ¡Tú marido es un cobarde! ¡Te ha engañado! ¡Te ha mentido! ¡¡Jajaja!!
MIRELA se movió frenéticamente y espesos goterones de sudor brotaron por su rostro. Estaba próxima a despertar, pero PETRE, una vez más con la boca ensangrentada, se arrodilla ante MIRELA y, como la primera noche en la que visitó su antigua casa, comenzó a lamerle la cara. Por fin, MIRELA abrió los ojos y vio el maléfico rostro de PETRE. Enseguida, MIRELA pegó un chillido y empezó a darle codazos a su marido GHEORGHE, para despertarlo.
MIRELA
¡¡Aaaahhhh!! ¡¡Aaaarrrrgggg!! ¡¡Gheorghe!! ¡¡Es él!! ¡¡Es tú padre!! ¡¡Maldito seas!! ¡¡Me has engañado!!
GHEORGHE
(Confuso)
¡¡Qué te pasa, Mirela!! ¡¡Por todos los demonios!! ¡¡Qué te pasa!!
GEORGHE se apresura a coger una vela y a encenderla con una cerilla. Después, ya tumbado sobre la cama, se puso a mover el cirio para iluminar toda la habitación, pero PETRE ya había desaparecido.
Fundido en Negro de Cierre.
ESCENA 9. MAROTINO DE SUS. CASA DE GHEORGHE Y MIRELA. COMEDOR. INT. DÍA.
Fundido en Negro de Apertura.
Texto sobre Negro: “A la mañana siguiente...”
A la mañana siguiente, una furiosa MIRELA llama a sus VECINAS, las mujeres de los AMIGOS de su marido GHEORGHE.
MIRELA
¡Os podéis creer que este desgraciado que tengo por marido es un cobarde! ¡Sí, un cobarde y un mentiroso! ¡Mis temores eran fundados! ¡Su padre se ha convertido en un strigoi! ¡Sí, sí, como lo oís, en un strigoi!
VECINAS
(Al unísono)
¡¡No puede ser!! ¡¡Cómo ha sido posible!!¡¡Qué Dios nos coja confesadas!!
Las VECINAS de MIRELA comienzan a santiguarse, pero ésta reaccionó con rapidez, dándoles una orden terminante.
MIRELA
¡Deprisa, id a buscar a vuestros maridos! ¡Ellos son igual de mentirosos y cobardes que el mío!
Corte.
Las VECINAS no tardan en volver acompañadas por sus maridos, los AMIGOS de GHEORGHE, a la casa de MIRELA y GHEORGHE. Éste, que acaba de levantarse, entra en el comedor, y se muestra sorprendido por aquella inesperada reunión.
GHEORGHE
     ¡Mirela! ¿Qué significa esto?
MIRELA
Significa que esta noche vais a volver al cementerio y acabar de una vez por todas con ese maldito vampiro. Si tenéis que hincharos a vodka, lo hacéis, pero a nuestras casas no volváis sin cumplir con vuestra misión.
GHEORGHE
(Dubitativo)
     Pero, Mirela,...
MIRELA interrumpió a GHEORGHE.
MIRELA
     ¿Está claro o no?
GHEORGHE
     Sí, sí, claro que sí, Mirela, no os defraudaremos.
Fundido en Negro de Cierre.
ESCENA 10. MORATINO DE SUS. CEMENTERIO. EXT. NOCHE.
Fundido en Negro de Apertura.
Texto sobre Negro: “Esa misma noche...”
GHEORGHE y sus AMIGOS, tras penetrar de nuevo en el cementerio de Moratino, llegaron hasta la tumba abierta de PETRE. Éste estaba en la misma postura de la noche anterior. GHEORGHE sacó una botella de vodka de la chaqueta y le dio varios lingotazos. Sus AMIGOS hicieron lo mismo. Entonces, fortalecido por el alcohol, que abrasaba su cuerpo, GHEORGHE agarró con fuerza una horquilla y la hundió sobre el pecho de PETRE. Tras quebrarle las costillas, le sacó el corazón y lo pinchó como una albóndiga. Pero el rito de eliminación del vampiro no acabó en ese instante. GHEORGHE y sus AMIGOS, con el corazón de PETRE en ristre, se desplazaron hasta un cercano cruce de caminos, en el mismo cementerio y, tras recolectar ramas caídas de unos árboles, le prendieron fuego. Luego, GHEORGHE echó el órgano de PETRE a las llamas. En poco tiempo, el corazón quedó carbonizado, convirtiéndose en cenizas. Finalmente, GHEORGHE espolvoreó las cenizas sobre un recipiente de agua y TODOS bebieron del mismo.
Fundido en Negro de Cierre.
ESCENA 11. MAROTINO DE SUS. CASA DE GHEORGHE Y MIRELA. COMEDOR. INT. DÍA.
Fundido en Negro de Apertura.
Texto sobre Negro: “Por fin, Petre pudo descansar en paz. Mirela se reconcilió con Gheorghe y las demás mujeres con sus maridos. Sin embargo, una semana más tarde...”
Cierta mañana de la semana siguiente, alguien llama a la casa de GHEORGHE y MIRELA. GHEORGHE está desayunando en el comedor y pide a MIRELA que atienda la visita.
GHEORGHE
     ¡Mirela, por favor! ¡Abre la puerta!
Momentos más tarde, MIRELA entró en el comedor y, detrás de ésta, aparece FLOREA, la hermana de GHEORGHE, que vivía en la cercana ciudad de Craiova. GHEORGHE se queda paralizado, pues no esperaba la visita de su hermana.
FLOREA
¡Hola, hermano! ¡Qué! ¿A qué no me esperabas? ¿Qué tal está padre?
GHEORGHE
     Padre ha muerto, Florea.
FLOREA
(Desconsolada)
     ¡¡Qué!! ¡¡No, no puede ser!!
FLOREA, sollozando, se abraza a GHEORGHE. Y éste no tiene más remedio, ante la mirada inquisitorial de su mujer, MIRELA, que confesar a FLOREA que su padre PETRE ha sido víctima de un ritual antivampírico. FLOREA pasa rápidamente del llanto a la indignación y, rabiosa, le pega un bofetón a GHEORGHE.
FLOREA
¡¡Qué!! ¡¡Cómo has sido capaz, Gheorghe!! ¡¡Era tu padre!! ¡Te demandaré! ¡Acabarás con tus huesos en la cárcel!
Fundido en Negro de Cierre.
ESCENA 12. CRAIOVA. CÁRCEL. INT. NOCHE.
Fundido en Negro de Apertura.
Texto sobre Negro: “Y así sucedió. Florea denunció a Gheorghe y consiguió que tanto sus amigos como él, por profanadores de tumbas, fueron a parar a la prisión de Craiova”.
GHEORGHE y sus AMIGOS están dormidos en las literas de su calabozo. De repente, GHEORGHE comienza a agitarse, se despierta y se queda horrorizado, completamente paralizado, cuando ve la sombría figura de PETRE dirigiéndose hacia él. El vampiro tenía la boca ensangrentada.
PETRE
Gheorghe, hijo mío. He venido a llevarte conmigo. ¡Jajaja!
GHEORGHE
     ¡¡¡No, padre, por favor!!! ¡¡No!! ¡¡Aaaahhhh!!
Fundido en Negro de Cierre.
Créditos Finales.