EL ESCRITOR COMPULSIVO

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El gran Gustavo Adolfo Bécquer

EL ESCRITOR COMPULSIVO

El escritor compulsivo soy yo, Alberto Bellido y este es un blog dedicado a mi mayor afición, a mi mayor pasión: El cine, el séptimo arte.

En el blog los visitantes podrán leer y comentar diversos artículos así como guiones de todos los géneros redactados por mí y sus memorias de realización, es decir, las diferentes intenciones que me guiaron en el momento de crear cada historia.

Espero que todos disfrutéis con mi blog.

Un afectuoso saludo.

domingo, 15 de noviembre de 2015

Suspense.

De la película Suspense, (conocida en su denominación primigenia inglesa como The Innocents), sólo me cabe indicar que hay que reivindicarla, sobre todo en una época como la actual, en la que el cine de terror está copado por un sinfín de películas gore, sangrientas hasta el extremo y la extenuación y morbosas en el peor sentido del término, pues el morbo es un concepto muy amplio, y puede resultar válido y valorable para casos y en contextos concretos.
Y lo peor no es esto. Sin duda, lo peor es el respaldo que obtienen películas a las que considero auténticas salvajadas, sin ambages. Sabiendo que muchos de sus defensores no tienen el más mínimo conocimiento de películas comoSuspense, La mansión encantada, (en inglés, The Haunting), La leyenda de la casa del infierno, Al final de la escalera o las inolvidables películas del gótico italiano, con destacados representantes como Mario Bava y Antonio Margheriti.

La película Suspense, de Jack Clayton, está basada en la célebre novela deHenry James titulada Otra vuelta de tuerca.

Y, si bien, a lo largo de la historia del cine, del séptimo arte, han sido ya varias las versiones dedicadas a esta excepcional obra, de las que he tenido ocasión de ver, ésta es sin duda la mejor.
Es la historia de dos niños huérfanos, Flora y Miles, de una frígida y acomplejada institutriz, (encarnada, en el caso de esta versión, por una soberbia Deborah Kerr) y el fallecido mozo de las caballerizas Peter Quint.
Como anécdota, indicar que la actriz que interpretaba a la niña Flora, Pamela Franklin, ya de más mayor, también formó parte del equipo artístico de otra obra cumbre del subgénero de casas encantadas, La leyenda de la casa del infierno, deJohn Hough, basada en una novela de Richard Matheson, que también figura en los créditos como guionista. Por lo tanto, intervino en dos de las películas señeras de este subgénero.
Es una historia de un atractivo innegable, en la que la institutriz es atormentada por el fantasma de Quint, (que está más presente en su torturada mente que físicamente) y, en especial, por la soterrada relación y atracción, hasta cierto punto correspondida, que siente por el niño Miles.
El hecho de que la película se vaya cociendo a fuego lento, sin apresuramiento, reposadamente, desvelando sus claves de manera pausada pero sorprendente, sin alharacas, es criticado hasta la saciedad de forma desaforada y muy injusta, por las nuevas generaciones a las que en su mayoría lo que les gusta de verdad, desgraciadamente, es la casquería sin sentido ni proporción alguna.
Yo no soy quien para dictar lo que se debe y lo que no se debe ver. Pero, háganme el favor, lectores, de darle una oportunidad a esta película y a las otras que he mencionado al principio de este artículo. Les aseguro que no se arrepentirán, que serán todo un descubrimiento.
No obstante, soy optimista, puesto que pienso que no todo está perdido, que películas de este estilo no se perderán y continuarán produciéndose. Eso sí, con cuentagotas. Habrá que tener paciencia…
Aconsejó también películas como Los Otros, de Alejandro Amenábar, (que es una buena reinterpretación del relato de Henry James), El Orfanato, de Juan Antonio Bayona y La cumbre escarlata, de Guillermo del Toro, por mencionar sólo algunas.
Lo dicho, hay que evitar, en la medida de lo posible, que este cine, estas películas, se pierdan: Visiónenlo, reivindíquenlo, en fin, aconséjenlo a sus amigos. En fin, sepan entenderlo, les aseguro que si lo hacen, no se decepcionarán.

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